lunes, 28 de abril de 2014

Renovación


Y en un acto psicomágico renuevo este blog.

              Tal vez a alguien le caiga justo...


Resulta que estaba pensando en chiquito y todo parecia gigante y pesado. Caminando por calles estrechas, escuchando voces mediocres, comencé a perderme en un torbellino de sombras hasta creerles y terminar dudando de mí misma. 

Todo pasó tan rápido y tan lento que fue muy sutilmente ocurriendo.

Fue entonces, casi cuando las arenas movedizas iban a inmovilizarme, que recordé quien soy y a qué vine.

A veces es necesario tocar fondo para tomar impulso.

Inaugurando una nueva etapa
Este es el primero de los cuadritos de la serie que estoy pintando con mensajes para colgar.



Este carro sigue su viaje

martes, 13 de marzo de 2012

De Lirio el nocturno


Abrió sus ojos y no pudo ver, pero lo sabía, siempre lo supo. Caminando a través de una cortina de imágenes mentales, flota en un mar de voces y sonidos conectados en una sola verdad tan inmensa como el universo.


Lo que fue, lo que es y lo que será en un instante sin tiempo y sin espacio. Sin cuerpo.
Oye su voz pensar en una revelación y ve un estrella asomando en el espacio. Es una raya mas de todas las que hay y todas van hacia el mismo lugar, o vienen, es lo mismo.



Es tan simple que una palabra lo complicará
Pero no importa, su mente ya esta vacía de formas
lo que siente las contiene a todas
y aun es mucho mas


Se multiplica en el espacio perdiéndose en incontables pedazos
y es ca da uno
en simultaneo

Nada en una gran sopa hacia la costa
mientras pasan lentamente las hojas de un libro marron
siente de a poco el tiempo tan rapido y tan lento

Y despues de quien sabe cuando, como y por qué,
Abrio sus ojos y vio en la oscuridad agua en el aire
Contempló el fuego en el movimiento
y siguió descansando
como todas las noches

jueves, 21 de octubre de 2010


Por mi camino voy
sin miedo de frente al destino
vivo mi verdad
buscando la libertad

Nadie ni nada me frenará
porque miro más allá

De un extremo al otro
con mi carro voy
abriendo caminos
siguiendo mi intuición

Nada ni nadie me frenará
porque siempre me volveré a levantar

Hasta el último suspiro
lucharé con toda mi fuerza
por un mejor destino
para toda mi tribu

*

Del 2 al 3
complementar opuestos
crear la terceridad

El paso hacia adelante
la fuerza de voluntad







viernes, 16 de abril de 2010


Que la crisis es oportunidad, ,

transición,

movimiento,

transformación,

El caos que precede a lo nuevo,

se me hace cada vez mas claro con cada momento.


Entonces agradezco:

Cada caída,

Cada intento,

Todo es lo que tiene que ser,

Para poder entender:

La sincronía,

La magia de la vida.


No hay equilibrio sin fuerzas contrarias en movimiento.

Todo está en el poder del pensamiento

y la acción de la palabra.

Todo va y viene,

Rebota.


Mejor dar lo mejor,

Y participar concientemente de la conexión

con

amor.


La vida de cada uno incide en la de todos los demás seres de este universo.

Cada palabra, cada pensamiento, cada acción,

Cada sentimiento se expande mucho mas lejos de lo que podamos imaginar.

Inocentes al centrarnos solo en la de los demás ,

y especular.


No hay todo si no hay cada uno,

Y definitivamente no hay cada uno si no hay un todo.


¡¡¡Infinitos planos de existencia simultánea en todas las direcciones !!!!!!

…Y nos creemos dueños del universo… jajajja


Somos nadaaaa!


No, no somos nada,

Somos algo en este todo,

y somos un todo en este algo

del universo

que es mas bien un “Pluriverso”..


Steffi

Domingo de pascua y resurrección 4 de abril de 2010

sábado, 19 de septiembre de 2009

Los cuatro enemigos (obstáculos, pruebas) del (camino hacia ser) hombre de conomiento. *

*Las negritas son síntesis.


Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su intención es vaga. Espera recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender.

"Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que uno creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empieza a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla.
Y así ha tropezado con el primero de sus enemigos naturales: ¡el miedo! Un enemigo terrible: traicionero y enredado como los cardos. Se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda.
- ¿Qué le pasa al hombre si corre por miedo?
- Nada le pasa, sólo que jamás aprenderá. Nunca llegará a ser hombre de conocimiento. Llegará a ser un maleante, o un cobarde cualquiera, un hombre inofensivo, asustado; de cualquier modo, será un hombre vencido. Su primer enemigo habrá puesto fin a sus ansias.
- ¿Y qué puede hacer para superar el miedo?
- La respuesta es muy sencilla. No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de si. Su propósito se fortalece. Aprender no es ya una tarea aterradora.
Cuando llega ese momento gozoso, el hombre puede decir sin duda que ha vencido a su primer enemigo natural. - ¿Ocurre de golpe, don Juan, o poco a poco?
- Ocurre poco a poco, y sin embargo el miedo se conquista rápido y de repente.
- ¿Pero no volverá el hombre a tener miedo si algo nuevo le pasa?
- No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces, un hombre conoce sus deseos; sabe cómo satisfacer esos deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada está oculto,

Y así ha encontrado a su segundo enemigo: ¡la claridad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también ciega.

Fuerza al hombre a no dudar nunca de sí. Le da la seguridad de que puede hacer cuanto se le antoje, porque todo lo que ve lo ve con claridad. Y tiene valor porque tiene claridad, y no se detiene en nada porque tiene claridad. Pero todo eso es un error; es como si viera algo claro pero incompleto. Si el hombre se rinde a esa ilusión. de poder, ha sucumbido a su segundo enemigo y será torpe para aprender. Se apurará cuando debía ser paciente, o será paciente cuando debería apurarse. Y tonteará con el aprendizaje, hasta que termine incapaz de aprender nada más.

- ¿Qué pasa con un hombre derrotado en esa forma, don Juan? ¿Muere en consecuencia?
- No, no muere. Su segundo enemigo nomás ha parado en seco sus intentos de hacerse hombre de conocimiento; en vez de eso, el hombre puede volverse un guerrero impetuoso, o un payaso.
- Pero la claridad que tan caro ha pagado no volverá a transformarse en oscuridad y miedo. Será claro mientras viva, pero ya no aprenderá ni ansiará nada.

- Pero ¿qué tiene que hacer para evitar la derrota?
- Debe hacer lo que hizo con el miedo: debe desafiar su claridad y usarla sólo para ver, y esperar con paciencia y medir con tiento antes de dar otros pasos; debe pensar, sobre todo, que su claridad es casi un error. Y vendrá un momento en que comprenda que su claridad era sólo un punto delante de sus ojos. Y así habrá vencido a su segundo enemigo, y llegará a una posición donde nada puede ya dañarlo. Esto no será un error ni tampoco una ilusión. No será solamente un punto delante de sus ojos. Ése será el verdadero poder.
Sabrá entonces que el poder tanto tiempo perseguido es suyo por fin. Puede hacer con él lo que se le antoje. Su aliado está a sus órdenes. Su deseo es la regla. Ve claro y parejo todo cuanto hay alrededor. Pero también ha tropezado con su tercer enemigo: ¡el poder!
El poder es el más fuerte de todos los enemigos. Y naturalmente, lo más fácil es rendirse; después de todo, el hombre es de veras invencible. Él manda; empieza tomando riesgos calculados y termina haciendo reglas, porque es el amo del poder.
Un hombre en esta etapa apenas advierte que su tercer enemigo se cierne sobre él. Y de pronto, sin saber, habrá sin duda perdido la batalla. Su enemigo lo habrá transformado en un hombre cruel, caprichoso.
-¿Perderá su poder?
-No, nunca perderá su claridad ni su poder.
-¿Entonces qué lo distinguirá de un hombre de conocimiento?

Un hombre vencido por el poder muere sin saber realmente cómo manejarlo. El poder es sólo un carga sobre su destino. Un hombre así no tiene dominio de si mismo, ni puede decir cómo ni cuándo usar su poder.

- La derrota a manos de cualquiera de estos enemigos ¿es definitiva?
- Claro que es definitiva. Cuando uno de estos enemigos vence a un hombre, no hay nada que hacer.
-¿Es posible, por ejemplo, que el hombre vencido por el poder vea su error y se corrija?
- No. Una vez que un hombre se rinde, está acabado.
- ¿Pero si el poder lo ciega temporalmente y luego él lo rechaza?
- Eso quiere decir que la batalla sigue. Quiere decir que todavía está tratando de volverse hombre de conocimiento. Un hombre está vencido sólo cuando ya no hace la lucha y se abandona.
- Pero entonces, don Juan, es posible que un hombre se abandone al miedo durante años, pero finalmente lo conquiste.
- No, eso no es cierto. Si se rinde al miedo nunca lo conquistará, porque se asustará de aprender y no volverá a hacer la prueba. Pero si trata de aprender durante años, en medio de su miedo, terminará conquistándolo porque nunca se habrá abandonado a él en realidad.

- ¿Cómo puede vencer a su tercer enemigo, don Juan?

- Tiene que desafiarlo, con toda intención. Tiene que llegar a darse cuenta de que el poder que aparentemente ha conquistado no es nunca suyo en verdad. Debe tenerse a raya a todas horas, manejando con tiento, y con fe todo lo que ha aprendido. Si puede ver que, sin control sobre sí mismo, la claridad y el poder son peores que los errores, llegará a un punto en el que todo se domina. Entonces sabrá cómo y cuándo usar su poder. Y así habrá vencido a su tercer enemigo.

El hombre estará, para entonces, al fin de su travesía por el camino del conocimiento, y casi sin advertencia tropezará con su último enemigo: ¡la vejez! Este enemigo es el más cruel de todos, el único al que no se puede vencer por completo; el enemigo al que solamente podrá ahuyentar por un instante.

Este es el tiempo en que un hombre ya no tiene miedos, ya no tiene claridad impaciente; un tiempo en que todo su poder está bajo control, pero también el tiempo en el que siente un deseo constante de descansar. Si se rinde por entero a su deseo de acostarse y olvidar, si se arrulla en la fatiga, habrá perdido el último asalto, y su enemigo lo reducirá a una débil criatura vieja. Su deseo de retirarse vencerá toda su claridad, su poder y su conocimiento.
Pero si el hombre se sacude el cansancio y vive su destino hasta el final, puede entonces ser llamado hombre de conocimiento, aunque sea tan sólo por esos momentitos en que logra ahuyentar al último enemigo, el enemigo invencible. Esos momentos de claridad, poder y conocimiento son suficientes."


“Las enseñanzas de Don Juan”
Carlos Castaneda



martes, 8 de septiembre de 2009

Así como entes tan diferentes como una célula y un átomo forman parte de un organismo y su existencia multiplicada es funcional al mismo; Veo en diferentes planos hacia "abajo" y hacia "arriba", una realidad que no dejará nunca d ...e asombrarme en su inmensidad, simultaneidad e interelación.
Entonces lo cotidiano se me hace absurdamente nimio....
Cuan relativa al foco de mi percepción, es la verdad. Hasta qué punto depende de eso mi realidad..?...

miércoles, 26 de agosto de 2009

ENERGIA